LA ATENCIÓN REFLEXIVA. (primera parte)
¿Cómo puede el escuchar con sensibilidad ayudarnos a construir mejores relaciones con nuestras parejas?
¿Cuál es el papel que tradicionalmente jugamos cuando escuchamos a nuestra pareja?
Escuchar es un arte. En lugar de desesperarnos porque nuestra pareja no nos escucha, quizá convenga examinar cómo los escuchamos nosotros. Escuchamos de diferentes manerasdependiendo del humor en que estemos; de nuestros sentimientos; de nuestras opiniones acerca de lo que dice y de la concepción que tenemos acerca de nuestro papel como pareja.
Es importante mostrarle a la pareja que nos interesa lo que piensan y sienten, entonces tiene sentido experimentar con otras formas mejores de escuchar. Muchos de nosotros por naturaleza no somos buenos oyentes, pero podemos mejorar si aceptamos la complejidad de esa habilidad y comenzamos a practicar nuevos métodos. No podemos comprender el comportamiento de nuestra pareja o estimularlos adecuadamente hasta que no escuchemos lo que dicen y sienten. El primer paso es escuchar con sensibilidad los mensajes verbales y no verbales.
¿Quién está escuchando?. Usted sabe cuando están escuchándole verdaderamente. Supongamos que se quiere desahogar con su pareja porque tuvo un problema en el trabajo. Su pareja que se estaba tomando el café del desayuno, sigue tomándoselo, mira el reloj, se comienza a arreglar para irse y apenas si le ve o le dice algo. ¿Cómo se siente? ¿Se desahogará la próxima vez tan fácilmente con su pareja o busca a otra persona? ¿Alguna vez usted ha actuado de esa forma?
Cuando viene a hablarle de sus preocupaciones o de sus malestares, ¿usted se pone a arreglar cosas? ¿Mira el reloj? ¿O quizá les da un consejo rápido aunque no haya terminado de hablar?
A muchos de nosotros nos es difícil enfrentarnos con las emociones fuertes de otras personas. Nos han enseñado a esconder nuestra rabia, nuestro dolor, y nuestros miedos, por lo que nos es incómodo que otros nos lo expresen aunque sea nuestra pareja. Inclusive los estallidos de alegría se nos puede hacer difícil de manejar si el momento no es el apropiado.
Como adultos, nos enfrentamos diariamente a las emociones fuertes de nuestra pareja, pues ellos expresan lo que sienten en el momento. Si ignoramos sus sentimientos, o si tratamos de separar el aspecto emocional del intelectual en el diario transcurrir, nos arriesgamos a perder su cooperación y el respeto. Aún más, creamos una gran barrera que impedirá la creación de una familia estimulante. Cuando no reconocemos los sentimientos, estamos dificultando el trabajo que nos corresponde: el de ser pareja.
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